¿SABÍAS QUE EL PORCENTAJE DEL ÉXITO DEPORTIVO PUEDE ESTAR MUY INFLUENCIADO POR UNA ADECUADA PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DE PROBLEMAS EN LA CAVIDAD ORAL? EXISTE UNA ESTRECHA RELACIÓN ENTRE LA SALUD BUCODENTAL Y EL DEPORTE.
Según hemos rescatado de un estudio que se hizo por un grupo de investigadores durante los últimos Juegos Olímpicos de Londres: de los 278 deportistas evaluados sorprendentemente se detectó que el 55% tenían caries dental, el 45% erosión dental, el 76% gingivitis y el 15% periodontitis. Es llamativo pararnos a pensar que la vida de los deportistas de élite se encuentra perfectamente controlada y estudiada para potenciar el rendimiento y sin embargo, se descuida algo tan básico como puede llegar a ser el cuidado de la salud oral.
Según como se concluyó en la investigación llevada a cabo en los Juegos Olímpicos: “La falta de salud bucodental puede influir negativamente en el rendimiento del deportista”.
Contrariamente a lo que la gran mayoría de la población puede llegar a pensar, la salud bucal es una parte muy importante del estado general de bienestar de nuestro cuerpo y la calidad de vida.
Así, por ejemplo, la enfermedad periodontal, como una infección que es, afecta a las encías pero también al resto del cuerpo. Las bacterias pasan a nuestro torrente sanguíneo a través de la gran vascularización de nuestras encías, y puede llegar a generar un estado inflamatorio general que favorece el desarrollo de enfermedades tan importantes como el infarto de miocardio, la diabetes, las enfermedades coronarias, trastornos respiratorios o frecuentes desórdenes músculo-articulares, además de “cronificar y/o empeorar la recuperación de lesiones en los deportistas” según lo descrito por este estudio.
La caries y la enfermedad periodontal tienen la posibilidad de desarrollarse de la misma manera en deportistas que en la población general, aunque al parecer los deportistas tienes más tendencia a padecer y mantener estas patologías debido a ciertos factores:
Factor de la dieta, por lo general, rica en hidratos de carbono, lo cual induce a la formación de placa bacteriana y caries por falta de higiene. Asimismo, la ingesta frecuente de geles energéticos, que además de poseer muchos hidratos de carbonos también son muy ácidos, y esto ayudan al metabolismo bacteriano en la producción de caries. Cuando se juntas estas condiciones alimenticias junto con la imposibilidad de un buen cepillado inmediatamente después de la ingesta de estos alimentos – por las largas horas de entrenamiento o competición-, se genera en la cavidad oral el ambiente idóneo para la producción de caries.
Estado de boca seca, por la deshidratación, y el estrés del entrenamiento hace que se vea disminuido un mecanismo endógeno o propio del organismo para la lucha de la caries dental.
El estrés que se generan durante el esfuerzo físico, hace que el bruxismo sea otro problema muy frecuente entre los deportistas. Este hábito de apretar o rechinar los dientes conllevará a problemas de desgaste dentario en el futuro, generando hipersensibilidad dental (por exposición de la dentina inervada y sensible), fisuras y fracturas dentales que provocarán dolor y pérdida de piezas dentarias, lo que incluso puede alterar la función masticatoria y una correcta digestión de los alimentos y por lo tanto alteración en la nutrición del deportista.
El bruxismo también se asocia a contracturas musculares de la cabeza y el cuello que limitarán el rendimiento del deportista por limitación de su movilidad. Se recomienda el uso de una férula de descarga (nocturna) que corrija tensiones y fuerzas excesivas en la articula temporomandibular.
La realización de revisiones periódicas y una buena educación en higiene oral es básica para los deportistas. Muchos equipos deportivos han empezado a incorporar como parte de su plantilla a un dentista. Es recomendable realizar dos revisiones bucodentales al año, como el resto de la población general, y hacer coincidir una de ellas con la pretemporada, para evaluar tratar las patologías que puedan llegar a empeorarse con el paso del tiempo.
Por Dra. Cristina Barba
Según como se concluyó en la investigación llevada a cabo en los Juegos Olímpicos: “La falta de salud bucodental puede influir negativamente en el rendimiento del deportista”.
Contrariamente a lo que la gran mayoría de la población puede llegar a pensar, la salud bucal es una parte muy importante del estado general de bienestar de nuestro cuerpo y la calidad de vida.
Así, por ejemplo, la enfermedad periodontal, como una infección que es, afecta a las encías pero también al resto del cuerpo. Las bacterias pasan a nuestro torrente sanguíneo a través de la gran vascularización de nuestras encías, y puede llegar a generar un estado inflamatorio general que favorece el desarrollo de enfermedades tan importantes como el infarto de miocardio, la diabetes, las enfermedades coronarias, trastornos respiratorios o frecuentes desórdenes músculo-articulares, además de “cronificar y/o empeorar la recuperación de lesiones en los deportistas” según lo descrito por este estudio.
La caries y la enfermedad periodontal tienen la posibilidad de desarrollarse de la misma manera en deportistas que en la población general, aunque al parecer los deportistas tienes más tendencia a padecer y mantener estas patologías debido a ciertos factores:
Factor de la dieta, por lo general, rica en hidratos de carbono, lo cual induce a la formación de placa bacteriana y caries por falta de higiene. Asimismo, la ingesta frecuente de geles energéticos, que además de poseer muchos hidratos de carbonos también son muy ácidos, y esto ayudan al metabolismo bacteriano en la producción de caries. Cuando se juntas estas condiciones alimenticias junto con la imposibilidad de un buen cepillado inmediatamente después de la ingesta de estos alimentos – por las largas horas de entrenamiento o competición-, se genera en la cavidad oral el ambiente idóneo para la producción de caries.
Estado de boca seca, por la deshidratación, y el estrés del entrenamiento hace que se vea disminuido un mecanismo endógeno o propio del organismo para la lucha de la caries dental.
El estrés que se generan durante el esfuerzo físico, hace que el bruxismo sea otro problema muy frecuente entre los deportistas. Este hábito de apretar o rechinar los dientes conllevará a problemas de desgaste dentario en el futuro, generando hipersensibilidad dental (por exposición de la dentina inervada y sensible), fisuras y fracturas dentales que provocarán dolor y pérdida de piezas dentarias, lo que incluso puede alterar la función masticatoria y una correcta digestión de los alimentos y por lo tanto alteración en la nutrición del deportista.
El bruxismo también se asocia a contracturas musculares de la cabeza y el cuello que limitarán el rendimiento del deportista por limitación de su movilidad. Se recomienda el uso de una férula de descarga (nocturna) que corrija tensiones y fuerzas excesivas en la articula temporomandibular.
La realización de revisiones periódicas y una buena educación en higiene oral es básica para los deportistas. Muchos equipos deportivos han empezado a incorporar como parte de su plantilla a un dentista. Es recomendable realizar dos revisiones bucodentales al año, como el resto de la población general, y hacer coincidir una de ellas con la pretemporada, para evaluar tratar las patologías que puedan llegar a empeorarse con el paso del tiempo.
Por Dra. Cristina Barba